viernes, 4 de julio de 2014

Sordina...



Silencio atronador, tintineos de pensamientos que vagan en el horizonte. Soplos de angustia que recorren la memoria pasada, juicio sumarísimo, el silencio. Culpas latentes que tratan de alcanzar la superficie en el océano de la consciencia para introducirse de nuevo en la más profunda penumbra. El tiempo como aliado, mientras la consciencia paciente juzga el momento y controla el impulso. Se creía a salvo del acecho de su sombra, pero ese devenir temporal no solo no le había aliviado de la carga, sino que había macerado la hiel en su inconsciencia. Ser frágil, escindido, agujerado, esquivo que solo se reconoce a sí mismo en el reflejo de su sombra.  Ser postmoderno. Recuerdo desdibujado en la lontananza de la melancolía pasada. Dormir, morir tal vez soñar en la embriaguez de lo sencillo, de lo liviano, de la dulce melodía de otro tiempo. Silencio anulado.