Palabras que acechan. Sílabas que susurran. Silencio…
Mano entumecida desdibujando ideas. Te veo ahí esbozando sueños, anhelando emociones. Cada frase, una conquista, un palmo de tierra ganada a la desconfianza y al bloqueo. Lo importante, dejar que las palabras fluyan; aunque discurran en un delirio existencial. Superficie blanquecina que encarnas portes desafiantes y poderosos. Luchar o morir, quizás soñar.
Palabra que redimen, antídoto frente al pánico aniquilador. Miedo al reflejo, a la verdad velada que como murmullo vaga por la oscuridad. Cadencia de versos que adormecen el juicio y dan riendas al mayor de los absurdos. Lucha de titanes. Zozobra vital.