domingo, 1 de noviembre de 2009

Litterae in praetorium


(Cartas desde el cuartel general)

Algunas reflexiones con ocasión de Agora.
La instantánea de la destrucción de la biblioteca de Alejandría como punto de partida.

El famoso sociólogo Durkheim consideró que en todo proceso evolutivo las sociedades experimentan fallas, puntos de inflexión que las escinden, dejándolas en una encrucijada entre el pasado y el futuro.
Aquel episodio constituye un ejemplo evidente de la división identitaria entre la multiplicidad de dioses romanos vs univocidad del cristianismo, dogma vs carácter inquisitivo; así como las cosecuencias  traumáticas que tuvo tanto para el adaptado (Orestes) como el incondicional en sus creencias (Hipatia).
Se puede decir que en el plano individual la historia vital de cada uno de nosotros también atraviesa por contrapuntos similares. La gran dificultad radica en saber cuánto pasado es necesario llevar en nuestras mochilas para encarar el futuro que como campo a través se abre ante nosotros. Evidentemente una mochila excesivamente pesada nos impediría avanzar; pero por el contrario, una demasiado ligera supondría una pérdida de identidad y de orientación claves en un caminar por lo desconocido.
Se podría decir que en la actualidad atravesamos socialmente por uno de esos momentos de contrapunto. Al igual que con el movimiento de la tierra somos ajenos a su desplazamiento.
Sin embargo comenzamos a ser la generación bisagra al igual que lo fue la sociedad alejandrina en el siglo
IV a.c.
Si nuestros valores y educación fueron erigidos sobre la importancia de la familia, la religión y la nación; las huestes posmodernas nos imponen el relativismo moral, las familias monoparentales (u otras "variantes"), limitación de la religión a lo privado y todo ello sobre la base de una sociedad desterritorializada.
La vertiginosa velocidad de los cambio que estamos viviendo hace imperiosa la reflexión sobre el sino de ambos personajes para poder calibrar nuestra adapción a las transformaciones que tan rápido se suceden.