domingo, 15 de noviembre de 2009

Intellegentĭa


"En el laberinto de la inteligencia"  de Enzensberger es unos de los libros recientemente publicados que mas tinta está

haciendo correr.(está subrayado por que es una enlace para más info.) 
Es un conciso y sugerente texto en el que nos plantea algunos de los aspectos más espinoso del motor humano: la inteligencia. En éste destierra uno de los pilares sobre los que se ha proyectado la psicología cognitiva: la cuantificación de ésta.
Supone el destierro de los test de inteligencia, de esa concepción determinista del tener o no tener pontencial.
Por el contrario aunando en las reflexiones del gran pensador alemán considero que la inteligencia responde de igual forma que la elasticidad de los gases. Su volumen viene determinado por una serie de factores internos y externos. En otras palabras, no es tanto una cuestión de tener o no tener como de promover los óptimos condicionantes para la maximización de recursos y capacidades intelectuales.
Desde el plano interno se desarrollará si en el proceso de crecimiento del individuo, ésta se ha constituido en una forma de estímulo y de anclaje tanto a nivel individual como interpersonal. El problema radica en ese equilibrio entre lo individual y lo social ya que de lo contrario no podrá desplegar su potencial.
Desde lo externo la motivación y la educación constituye auténticos baluartes para su posterior desarrollo.
Por lo que ambos planos potencian lo que Sternberg denominó la teoría triárquica de la inteligencia.
No sólo potencia lo que él denomina el componente analítico o creativo sino también el vivencial o práctico.
Los sistemas de estudios continentales y sobre todo el español persiguen la memorización de datos e información, elementos muy positivos pero carantes de sentido sino se desarrollan los mecanismos coginitivo intelectuales para contextualizarlos y darles un sentido. Es absurdo memorizar artículos de códigos sin comprender el auténtico espíritu de la ley, puesto que ésta siempre va por detrás del cambio social. Una flexibilidad intelectual vital en unas sociedades que experimentan cambios a velocidades supersónica que desarman al individuo. Como dijo Marina en la inteligencia fracasada; la competitividad y la capacidad de las sociedad española de responder a los desafíos futuros dependerá de crear una bases educativas sólidas para poder construir una sociedad más inteligente.